También tuve la suerte de que mi padre tuviera uno de los mayores tesoros con los que un niño puede soñar: Una guitarra. Gracias a eso, desde muy pequeña, pude entender la importancia de la voz y el sonido. El doblaje se convirtió en mi pasión, mi fantasía y, finalmente, mi futuro. Me apunté a grupos de teatro y realicé dos cursos de doblaje en Centramedios (A Coruña) que me dio las habilidades necesarias para convertir mi sueño en realidad. Desde entonces he trabajado en documentales, audiolibros y voiceovers para proyectos independientes y a través de la página Voice123. Si quieres escuchar algunos ejemplos de mi voz, haz clic aquí. |